EL LIBRO/THE BOOK
Para una aproximación al contenido del libro y sus propuestas, ofrecemos un avance de la obra, la Introducción de El Ajedrez del Virrey, tanto en español como en inglés.
For a glimpse at the content of the book and its purpose we offer a preview of the work, The Introduction of Virrey Chess, in Spanish and English.
INTRODUCCIÓN
El lector que conozca a fondo mi investigación, desarrollada desde hace más de dos décadas y consagrada esencialmente a aclarar y acreditar el pasaje más hermoso de la Historia del Ajedrez, el nacimiento del ajedrez moderno, logro acaecido en Valencia en el atardecer del siglo XV, es probable que se sorprenda con este trabajo.
Ahora que se ha alcanzado el necesario consenso[1] entre los estudiosos con relación a que el documento original donde se da carta de naturaleza al ajedrez moderno es el poema Scachs d´amor, Valencia, c. 1475, obra de los insignes poetas valencianos Fenollar, Vinyoles y Castellví, llega justo, e impulsada por nosotros, una propuesta de renovación del juego, la búsqueda de nuevos horizontes para el ajedrez.
Y sin embargo, el momento y la persona impulsora están plenamente justificados como a continuación expondremos. Lo primero que quiero consignar es que en mi concepto de renovación del ajedrez algunas premisas deben de respetarse, devienen casi en axiomas. A lo largo de la historia del ajedrez encontraremos propuestas, que analizaremos en esta monografía, donde se propone modificar tanto el tablero, el escenario de juego, como el número de piezas, los actores que intervienen en la lucha ajedrecística
Para nosotros, estas modalidades no son verdaderos juegos de ajedrez, y en ese sentido, nos parece muy elegante la reforma emprendida en el siglo XV, en la que modificándose tan solo el movimiento de dos piezas, el alfil, y, sobre todo, la dama, se produjo una verdadera conmoción en el tablero de ajedrez.
Pero hablábamos de justificar nuestra propuesta. Los autores de Scachs d´amor, que crean la dama o reina moderna, ya se encuentran con un serio problema relativo a la coronación del peón. Prescriben que no puedan existir dos damas monocolor, y que las reinas no se capturen entre sí. Esta incipiente normativa incorpora dos mensajes implícitos: por un lado, queda claro que son ellos quienes auspician y crean la nueva forma de jugar, y por ello son los únicos que se encuentran con el problema de la coronación del peón; por otro lado, el que confieran a la reina rasgos casi humanos, proscribiendo su bilocación, evidencia que están tomando un modelo real, y a día de hoy sigue siendo Isabel la Católica la favorita natural, tal y como propone Govert Westerveld[2]; refuerza su candidatura su gran afición al ajedrez, como en su día acreditamos[3].
El problema de la coronación de peón ya se había afrontado en la misma Valencia, 20 años después, desde parámetros más técnicos y desde la sapiencia del maestro de ajedrez Francesch Vicent, pues hay varios ejemplos de problemas con dos damas en su libro impreso en Valencia en 1495, hecho que conocemos por el contenido del manuscrito de Cesena, con toda probabilidad de su autoría. En España, y después en Italia, durante el siglo XV, XVI, y al menos parte del XVII la única promoción posible es en dama, es decir, la promoción mayor.
Luego veremos lo especialmente convulso que es el siglo XIX con la regla de la promoción del peón, y de forma definitiva no se cerrará la cuestión —si bien reabrimos el tema en esa obra— hasta la llegada del siglo XX, es decir, más de 4 siglos después de la introducción de la reina.
La necesidad de la reforma del ajedrez, no en el sentido de abdicar de la acrisolada normativa actual, sino de ofrecer nuevas posibilidades para que los ajedrecistas puedan labrarse su propia opinión, tiene un respaldo eximio, con la propuesta formulada por el gran Bobby Fischer. Su ajedrez aleatorio, Fischerrandom Chess, con el sorteo de la ubicación de las 8 piezas antes de comenzar el juego, tiene para nosotros los ingredientes necesarios para dinamizar el juego, desde el respeto a la gran revolución del siglo XV, pues no se modifica el movimiento de las piezas, tan solo su emplazamiento inicial. Esto pone patas arriba la teoría de aperturas, aunque sigue vigente la copiosa producción escrita consagrada al final del juego.
Cabe consignar que el propio Vicent, luego nos tendremos en ello, propone al menos cuatro variantes del nuevo ajedrez —conservándose, en sus manuscritos, las posiciones iniciales de todas—, una de ellas precursora, con cinco siglos de adelanto, del ajedrez aleatorio de Bobby Fischer. Dos genios embargados y unidos por una misma visión del ajedrez. Estas propuestas se han debido de testar por los ajedrecistas valencianos a finales del siglo XV. Con semejantes albaceas uno puede caminar seguro bajo su iluminación.
Con motivo del trabajo de campo del Nuevo Ensayo de Bibliografía Española de Ajedrez (periodo 2004-2011), obra en la que los autores nos impusimos un estudio profundo, y en consulta directa, de todos los libros y manuscritos vinculados al ajedrez español a lo largo de 8 siglos, surgirá la idea de esta propuesta. Y en concreto al estudiar la primera obra que asentamos en la bibliografía, el Libro de los Juegos de Alfonso X el Sabio. El bello manuscrito, conservado en la Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial, ha merecido, por fortuna, numerosos estudios[4] y sus 103 juegos departidos son ya muy conocidos. Sin embargo, otra modalidad preservada en el códice alfonsí no ha suscitado tanta atención, me refiero al Gran Ajedrez. Junto a las nuevas piezas que propone Don Alfonso, la gran particularidad reglamentaria, que pronto nos cautivó, es la promoción del peón según el rango de la pieza que ocupa inicialmente la columna en la que coronará. Esta norma, junto al extraño movimiento de las nuevas piezas, confería al juego una complejidad extraordinaria. No nos sorprende, pues, que en el códice escurialense no haya ningún ejemplo del Gran Ajedrez.
Con motivo de la visita a Valencia en mayo de 2011 de nuestro amigo, y colega de la Ken Whyld Association, Michael Negele, que tanto nos ha ayudado en nuestra investigación, apareció en nuestras conversaciones el tema de la coronación del peón según su columna, y un primer esbozo de su presencia en la historia del ajedrez. Ambos llegamos a la conclusión que sería una buena opción de futuro para el ajedrez, en una apuesta por la creatividad y la renovación del juego. Desde ese día, he pensado y después trabajado en este proyecto. Lejos estábamos, al menos yo, de imaginar que esa pequeña modificación alteraba por completo, como veremos en este trabajo, todas las fases del juego, demoliendo por completo la teoría del final de partida.
En la presente obra realizaremos un recorrido por la historia del ajedrez para detenernos en las más interesantes propuestas de renovación del juego del ajedrez, y, especialmente, en aquellas donde se propugna la promoción según columna, que cuenta, por tanto, con raíces históricas.
Finalmente, desarrollaremos nuestra propuesta, en la que solo introducimos un cambio en las reglas del ajedrez, la promoción del peón según el rango de la pieza que inicialmente se encuentra en la columna de promoción. Una revolución es, para nosotros, tanto más grande en la medida en la que es capaz de dinamizar la realidad sobre la que actúa, introduciendo el mínimo de normas nuevas o cambios. Con las reglas actuales del ajedrez moderno no nos consta que se haya legislado esta versión del ajedrez. Por lo tanto, la propuesta es original y sumamente respetuosa: no modifica el emplazamiento de las piezas, tampoco su movimiento. Gravita en torno a la norma, la promoción del peón, más inestable en los más de cinco siglos de práctica del ajedrez moderno. Proponemos un pequeño cambio, que, sin embargo, lo cambia todo.
Un tema crucial será resolver qué ocurre con la promoción del peón de rey. Por ello, propongo tres opciones diferentes, las tres impregnadas de lógica, de acuerdo con los antecedentes históricos. Sucintamente, son las siguientes: el peón de rey promociona en dama, la coronación típica; promociona en cualquier pieza (manteniendo, al menos en este caso, la discrecionalidad del jugador); por último, el peón de rey corona en una nueva pieza, que existió en el pasado, y que tiene el movimiento del rey, pero sin el privilegio de la invulnerabilidad; es decir, se culmina la promoción del peón según su columna, en todos los casos, de manera absoluta. Esta última opción es nuestra preferida, y la llamaremos El Ajedrez del Virrey, en honor a la ciudad de Valencia, donde esa alta magistratura política tuvo un papel primordial, curiosamente desde el periodo de expansión del ajedrez moderno, a principios del siglo XVI.
No es la nuestra una propuesta que pretenda erradicar el ajedrez oficial; en absoluto. Nos basta con que los aficionados y maestros penetren en estos nuevos horizontes que propugnamos para el ajedrez, y así puedan formarse su propio juicio. La renuncia a la abundante teoría sobre el final del juego, la parte más científica del ajedrez, puede ser un serio obstáculo para muchos —abandonamos caminos seguros, pero con la promesa de nuevos retos creativos— pero estamos convencidos de que nuestra reforma, en especial El Ajedrez del Virrey hará las delicias de todos aquellos que aún piensan que el ajedrez es ante todo un arte, y la región artística a la que les dirigimos sigue siendo patrimonio exclusivo del hombre.
Valencia, diciembre de 2014
[1] Una aproximación al tema puede verse en la web dedicada al origen valenciano del ajedrez moderno: http://www.origenvalencianodelajedrez.com/interior.php?pk=11.
[2] WESTERVELD, Govert, GARZÓN, José A. La reina Isabel la Católica: su reflejo en la dama poderosa de Valencia, cuna del ajedrez moderno y origen del juego de damas. Valencia: Generalitat Valenciana, 2004.
[3] Cf. GARZÓN, José A. “Nuevos documentos relativos a la afición de los Reyes Católicos al ajedrez”. Publicación Jubilar en honor de Alessandro Sanvito. Viena: Refordis Verlag Publishing, 2010, pp. 251-271.
[4] Entre ellos queremos destacar: SCHÄDLER, Ulrich y CALVO, Ricardo. Alfons X. “der Wise”, das Buch der Spiele. Viena: LIT Verlag GmbH&Co. KG, 2009. Tuvimos el privilegio de la presentación de la obra en Valencia, por el propio Ulrich Schädler, en septiembre de 2009.
” El Ajedrez del Virrey” ® nº 3570302
© Reglas: Registro de la Propiedad Intelectual: V-883-2015
©José A. Garzón
PDF: Introducción al libro en Español
INTRODUCTION
This work will come as a surprise to the reader already familiar with my research, carried out over the course of more than two decades. It is devoted in particular to elucidating and proving that the most beautiful moment in the History of Chess, the birth of modern chess, is a milestone that took place in Valencia in the twilight of the 15th century.
Now that the consensus needed has been reached[1] among scholars about the original document where modern chess receives its approval stamp (the Scachs d’amor poem, Valencia c. 1475, written by the eminent Valencian poets Fenollar, Vinyoles and Castellví), we are promoting a proposal for the renewal of the game, a search for new chess horizons.
And yet this is the right time and the individual endorsing this project is fully justified as we will go on to show below. The first thing I would like to put on record is that in my vision for chess renewal some premises must be respected – they virtually become axioms. Throughout chess history we will find proposals, which we will examine in this monograph, to modify both the board, the scene of the game, as well as the number of pieces, the actors intervening in the chess fight.
In our view these variants are not chess games proper. It is in this sense that we deem very elegant the reform undertaken in the 15th century, when by modifying only the movement of two pieces (the bishop and, in particular, the queen) a real upheaval took place on the chessboard.
But we were talking about justifying our proposal. The authors of Scachs d’amor, creators of the modern queen, already find a serious problem regarding the promotion of the pawn. They prescribe that two queens of the same colour cannot exist at the same time, and that the queens cannot capture each other. These incipient regulations involve two implicit messages: on the one hand it is clear that it is them who endorse and create the new form of play, and therefore only they encounter the problem of pawn promotion; on the other hand, the fact that they confer on the queen almost human features, banning her bilocation, is clear evidence that they are following a model from real life. According to most recent research Isabella I of Castile (Isabella the Catholic) is the natural favourite, as Govert Westerveld[2] suggests. Her candidature is further strengthened by her great fondness for the game, as we proved.[3]
The problem of pawn promotion would be tackled in Valencia 20 years later from a more technical perspective and with the knowledge of chess master Francesch Vicent. There are several examples of problems with two queens in his book, printed in Valencia in 1495. We know this through the contents of the Cesena manuscript, of which he was in all likelihood the author. In Spain, and later in Italy, throughout the 15th, 16th and at least part of the 17th centuries the only possible promotion is to queen, that is, queening.
We will see below how convulsive the 19th century is with regards to the pawn promotion rule. The question won’t be conclusively closed – although we are reopening the topic here – until the arrival of the 20th century, that is, more than four centuries after the introduction of the modern queen.
The need for chess reform, not in the sense of renouncing the current refined rules but of offering new possibilities so that chess players can make up their own minds, has an eminent supporter in the great Bobby Fischer. His proposal to randomize the starting positions of the eight pieces has in our view the ingredients needed to invigorate the game while respecting the great revolution of the 15th century: the movement of the pieces is not modified, only their starting positions. This completely overturns opening theory but the rich written output devoted to the endgame is still valid.
It should be noted that Vicent himself (as we will see below in more detail) proposes at least four variants of his new chess. The initial positions of all of them have been preserved in his manuscripts, one of the them anticipating Fischer Random Chess by five centuries. Two overwhelming geniuses united by the same chess vision. All these proposals must have been tested by Valencian chess players in the late 15th century. Under the watchful eye of two such fiduciaries one surely can walk tall.
The idea for this proposal originated from fieldwork for Nuevo Ensayo de Bibliografía Española de Ajedrez [New Essay on Spanish Chess Bibliography] between the years 2004 and 2011. In that book the authors set ourselves to do a thorough study, personally checking all the books and manuscripts in connection to Spanish chess throughout eight centuries. To be more specific, it was when studying the first work we list in the bibliography, the Book of Games by Alfonso X the Wise. This beautiful manuscript, kept at the Royal Library of San Lorenzo de El Escorial, has fortunately merited many studies[4] and its 103 problems are already very well known. However, another variant preserved in the codex of Alfonso X has not raised so much attention, the one known as Great Chess. Along with the new pieces proposed by Alfonso X the great peculiarity regarding the rules, the one which quickly captured our imagination, is that the pawn promotes according to the rank of the piece initially occupying the file where the promotion takes place. This rule, as well as the strange movement of the new pieces, conferred upon the game an extraordinary complexity. It is therefore not surprising that the codex from El Escorial does not contain a single example of Great Chess.
In May 2011 our friend and colleague from the Ken Whyld Association Michael Negele, who has helped our research so much, visited Valencia. Our conversations turned to the topic of the pawn promotion according to its file, and the first sketch of its presence in the history of chess. We both reached the conclusion that it would be a good option for the future of chess, a commitment to creativity and the renewal of the game. From that day on I have given much thought and worked on this project. How far were we from imagining (at least I was) that this small alteration completely changed, as we will see in this work, all the stages of the game, thoroughly demolishing endgame theory.
We will carry out in this work a review of the history of chess in order to highlight the most interesting proposals for renewing the game of chess and, in particular, those advocating promotion according to file, a proposal that therefore has historical roots.
Finally we will develop our proposal introducing only a single change to the rules of chess, the promotion of the pawn according to the rank of the piece which was initially placed on the file of promotion. In our view a revolution is so much the greater when it is capable of invigorating the reality upon which it acts, introducing as few new rules or changes as possible. Within the current rules of modern chess we are not aware of any other guidelines for this version of chess. Accordingly, our proposal is original and exceedingly respectful: it does not change the initial arrangement of the pieces, nor their movement. It revolves around the most unstable rule in the five-century practice of modern chess, pawn promotion. We present a small change that nevertheless changes everything.
A crucial aspect will be how to resolve what happens with the promotion of the king’s pawn. In that instance I propose three different options, all of them fully logical according to the historical precedents. Briefly, they are as follows: the king’s pawn promotes to a queen, the usual promotion; it promotes to any piece (keeping in this case at least the player’s discretion); lastly the king’s pawn promotes to a new piece, which did exist in the past, and which has the movement of the king but without the privilege of invulnerability; effectively, pawn promotion according to the file is absolutely fulfilled in all cases. The latter is our preferred choice and we call it Virrey Chess to honour the city of Valencia, where this high government magistrature played a key role, oddly enough from the period of expansion of modern chess, in the early 16th century.
Ours is by no means a proposal attempting to eradicate official chess. We only wish for both amateurs and masters to fathom these new horizons we advocate for chess so that they can pass their own judgement. Relinquishing the rich theory on the endgame, the most scientific part of chess, can be a serious obstacle for many – we leave behind safe paths but with the promise of new creative challenges. However, we are convinced that our reform, in particular Virrey Chess will delight all those who still think chess is above all an art – the artistic realm we are directing them towards is still the exclusive preserve of humankind.
Valencia, December 2014
© José A. Garzón. Translation: Manuel Pérez Carballo
PDF: English Introduction
[1] An approach to this topic can be found on the web devoted to the Valencian origin of modern chess: http://www.origenvalencianodelajedrez.com/en/index.php
[2] WESTERVELD, Govert y GARZÓN, José A. La reina Isabel la Católica: su reflejo en la dama poderosa de Valencia, cuna del ajedrez moderno y origen del juego de damas. Valencia: Generalitat Valenciana, 2004.
[3] Cf. GARZÓN, José A. ”Nuevos documentos relativos a la afición de los Reyes Católicos al ajedrez.” Publicación Jubilar en honor de Alessandro Sanvito. Viena: Refordis Verlag Publishing, 2010, pp. 251-271.
[4] Among them we would like to highlight SCHÄDLER, Ulrich and CALVO, Ricardo. Alfons X. “der Wise”: Das Buch der Spiele. Münster: Lit Verlag, 2009. We had the privilege of attending the book launch in Valencia by Ulrich Schädler himself in September 2009.